La bujía es un componente esencial en cualquier motor de gasolina, ya que provoca la chispa de alta energía que hace que se inflame la mezcla de aire y gasolina. Sin la bujía no hay chispa y por la tanto no se produce la ignición ni tampoco el movimiento del cilindro.
Debido a las duras condiciones a las que son sometidas tales como altas temperaturas, presiones elevadas, vibraciones, etc.; las bujías se van deteriorando especialmente los electrodos que son los elementos que hacen saltar la chispa en el momento preciso.
Lógicamente cuanto mayor y más rápida sea la chispa, mejor será el arranque minimizándose así el desgaste del resto de componentes del sistema de encendido como la batería o el motor de arranque.